Lo peor está por venir para las economías en desarrollo, advierte el Banco de Pagos Internacionales
Con el crecimiento estancado, reducido margen fiscal y monetario, y elevada deuda corporativa y soberana, las economías emergentes afrontan la amenaza de una crisis financiera a medida que los grandes bancos centrales retiren su política expansiva.
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Jonathan Wheatley en Londres
Los países en desarrollo todavía no han sentido todo el impacto económico de la crisis del coronavirus, pero no podrán depender del apoyo de los principales bancos centrales del mundo, a medida que reduzcan el estímulo de la era de la pandemia, advirtió el jefe del Banco de Pagos Internacionales (BIS, sigla en inglés).
Agustín Carstens, gerente general del BIS, conocido como el banco de los bancos centrales, dijo que las economías en desarrollo están cerca de agotar su capacidad de endeudamiento y de utilizar la política fiscal y monetaria.
“Tienen que empezar a asumir la realidad de cómo hacer que el crecimiento funcione con todas estas cosas en su contra… reducido espacio fiscal, sin margen monetario, y una mayor deuda corporativa y soberana”, así como una arraigada baja capacidad de crecimiento, dijo a Financial Times.
"Esta es la primera vez que el crecimiento de las economías avanzadas está por encima del crecimiento global, y el crecimiento global está por encima del crecimiento de los mercados emergentes", dijo. "El crecimiento en las economías de mercados emergentes se ha desacelerado y no vemos que se vaya a recuperar".
Las tasas de crecimiento de muchas economías emergentes se desaceleraron en la década anterior a la pandemia y apenas superaron el crecimiento de las economías avanzadas. Mientras que China, India y otras partes de Asia en desarrollo han seguido creciendo rápidamente, gran parte del mundo emergente se ha estancado.
Crisis financiera
Los altos niveles de deuda pública y privada de las economías emergentes afectarán la inversión y, si las condiciones financieras se endurecen, las economías emergentes estarán particularmente expuestas, dijo Carstens. Eso es cada vez más probable a medida que los principales bancos centrales, incluida la Reserva Federal de EEUU, busquen reducir sus medidas de estímulo de la era de la pandemia.
Como resultado, aunque el número de quiebras en todo el mundo ha caído a su nivel más bajo de este siglo gracias al apoyo de las autoridades, Carstens dijo que "el jurado aún está deliberando" sobre si las empresas podrían sobrevivir "si se enfrentan a políticas menos expansivas y menos apoyo directo".
Entonces, aunque las economías en desarrollo hasta ahora han logrado superar la pandemia sin una crisis financiera o económica, todavía existe un riesgo sustancial de que ocurra una, dijo: “Algunos de nosotros pensamos que esta podría no ser la imagen final, y que lo que hemos visto hasta ahora es demasiado bueno para ser verdad".
Inversión extranjera
Los países en desarrollo que dependen de inversionistas extranjeros para impulsar sus economías enfrentarán un momento particularmente difícil, según dos informes publicados recientemente.
A principios de este mes, el Centro de Investigación y Política Económica descubrió que el rendimiento promedio de la Inversión Extranjera Directa (IED) había caído durante la última década, con un descenso mayor en las economías en desarrollo que en las avanzadas.
"Parece que existe la idea de que hay una ola de dinero esperando ser asignado, pero, en todo caso, el pozo se está agotando", dijo Simon Evenett, autor principal del informe.
Otro estudio publicado la semana pasada por la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo encontró que los países en desarrollo sufrieron una caída especialmente pronunciada el año pasado en la IED totalmente nueva para nuevas instalaciones y empleos. Tanto el número como el valor de las inversiones nuevas se redujeron en más de 40% en los países en desarrollo, en comparación con menos de 20% en las economías avanzadas.
James Zhan, autor principal del informe, dijo que la geopolítica y el creciente proteccionismo significaban que el papel de las economías emergentes en las cadenas de valor globales está amenazado. “Desarrollar eso como estrategia será más difícil”, dijo.